Fobias especificas más comunes:
- Arañas
- Serpenteos
- Perros
- Trueno
- Espacios cerrados
- Vuelos
Las diez fobias más comunes:
Es una de las más frecuentes. El miedo a volar causa trastornos a muchísimas personas en todo el mundo. En algunos casos extremos, los aerofóbicos desarrollan problemas de ansiedad y nerviosismo que les incapacitan viajar.
El tratamiento para la aerofobia suele ser la terapia cognitiva para tratar directamente con la creencia y el miedo. Sin embargo, para estos casos, exponerse directamente al estímulo puede terminar siendo una terapia bastante efectiva.
Claustrofobia:
Se estima que entre un 2 y un 5% de la población padece miedo a los sitios cerrados. Estas personas suelen evitar los ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas y hasta las puertas giratorias les pueden presentar dificultades.
La claustrofobia, al igual que muchas fobias, tiene distintos niveles de gravedad: desde cierta ansiedad al entrar en una habitación pequeña hasta un pánico terrible que impide a la persona en cuestión entrar en un recinto cerrado.
Agorafobia:
Se trata del miedo a los espacios abiertos. El miedo que se percibe es el de estar en un lugar donde, pese a estar rodeado de gente, no se pueda recibir ayuda en caso de peligro. Habitualmente, la acumulación de personas también acusa nerviosismo.
Las personas que padecen esta fobia suelen sufrir temor a salir a la calle.
Zoofobia:
Ejemplos de zoofobias específicas podrían ser entomofobias (miedo a los insectos), apifobia (miedo a las abejas), aracnofobia (miedo a las arañas) o mirmecofobia (miedo a las hormigas).
También existe el miedo a los reptiles (herpetofobia), o a las serpientes en particular (ofidiofobia).
Incluso hay personas que temen a los animales domésticos e inofensivos, como el perro (cainofobia), el gato (ailurofobia), las palomas (colombofobia), gallinas (alektorofobia) o los peces (ictiofobia).
Hematofobia:
Esta es una de las fobias también relacionadas con la visita al médico. La visión de la sangre, así como de las heridas, jeringuillas o inyecciones también se percibe como algo a evitar.
Son muchas las personas que giran la cabeza cuando se someten a una extracción de sangre para no ver cómo actúa el profesional sanitario.
Una de las limitaciones de las personas con hematofobia es que tienen muchas dificultades para ayudar a alguien que ha sufrido un accidente puesto que se marean al ver sangre y eso no les permite estar pendientes de dicha persona.
Acrofobia:
Se trata del miedo a las alturas. La fobia suele manifestarse cuando nos asomamos a un balcón, estamos en un mirador elevado o junto a un precipicio. “Que no haya barandillas o sean bajas intensifica el miedo”.
Son personas que suelen padecer de vértigo y a las que asomarse a un balcón o ventana de altura extrema les produce una sensación de nervios, incluso a pesar de que se sientan seguros en la zona que pisan.
Esto es debido a que es un miedo adaptativo. Es decir, a nivel evolutivo es normal tener miedo a las alturas dado que son situaciones potencialmente peligrosas para nuestra integridad física.
Dentofobia:
Consiste en un miedo extremo y persistente a asistir a las consultas odontológicas. Incluso pensar o escuchar sobre ir al dentista podrá marcar un estrés psicológico.
Es uno de los miedos que con más frecuencia suele darse en los niños. Visitar al dentista se convierte para muchos de ellos en una pequeña ´tortura´ que sobrellevan con paciencia.
Sin embargo, este miedo también está muy extendido entre las personas adultas.
Brontofobia:
Suele iniciarse en la infancia. Los miedos a situaciones relacionadas con la naturaleza y los fenómenos atmosféricos o meteorológicos como tormentas con truenos y rayos, precipicios o aguas profundas son los más comunes.
Muchos niños se esconden debajo de la cama hasta que cesen.
Enoclofobia:
Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a las avalanchas, multitudes o a encontrarse entre mucha gente. “Las fobias a veces se aprenden por una situación que se considera peligrosa”.
Por ejemplo, después de la avalancha del festival ‘Love Parade’ en Berlín en el que murieron una veintena de personas, pensar en aglomeraciones nos puede producir ansiedad.
Necrofobia: El miedo a la muerte es algo natural e instintivo en el hombre, posiblemente porque la muerte representa lo desconocido. Además, se asocia la muerte con los padecimientos que conlleva como el dolor y el sufrimiento. Algunas personas sufren una verdadera fobia a la muerte y a los muertos. La necrofobia también está ligada a la hipocondría y debe ser tratada si observamos que nos impide tener una vida tranquila.
Fobofobia: Existe una fobia que es importante señalarla puesto que es muy sorprendente, que se define como la fobia a tener una fobia, se denomina Fobofobia. Aunque no está entre las 10 fobias más comunes, es una de las más incapacitantes, pues las personas con fobofobia pueden sentir una fuerte angustia y ansiedad ante el menor peligro o posibilidad de esto.
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